Sí... no tenemos destino. Solo aquellos consumidos por la ignorancia y el miedo que dan pasos en falso pueden hundirse en las turbias aguas llamadas destino.
Yo siempre tengo en mente 1000 supuestos escenarios, con el fin de que nada me tome con la guardia baja. Por lo tanto me encuentro listo y al mismo tiempo soy capaz de actuar incluso frente a la más inesperada de las posibilidades que se pueda desarrollar. Es por eso que no puedo hacer nada más que pulir al detalle todos mis actos.
Qué inútil eres, Un verdadero inútil. Total, lo único que se refleja en tu espada es el miedo.
Cuando esquivas, “me da miedo que me dé”.
Cuando atacas, “me da miedo lastimarle”.
Incluso cuando proteges a alguien, “me da miedo que les pase algo”.
Sí, a mí tu espada sólo me transmite un miedo absurdo. Te equivocas. El miedo no es lo que necesitas en una batalla. Con eso no vas a sacar nada.
Si esquivas, “no dejaré que me dé”.
Si proteges a alguien, “no dejaré que les pase nada”.
Si atacas, “voy a cortarle”.